¡Bienvenida Sabela!

Yenemis, 2022

Durante el segundo trimestre de gestación Yaleska me contacta interesada en las clases de parto y mi servicio de doula virtual. Cada clase de parto hiba preparando a esta gran familia para el gran día. Cuando llegó la clase de plan de parto nos preparamos para todos los escenarios posibles, de forma que en cualquiera de ellos fueran capaces de tomar decisiones desde el conocimiento.

Discutimos en nuestras visitas prenatales, ejercicios que promueven la dilatación, manejo de respiraciones y contracciones.

Además, trabajamos en varias clases los conocimientos y destrezas necesarias para lograr una lactancia exitosa.

Llegaron las 37 semanas y con ellas unas complicaciones clínicas que nos avisaban que un un proceso de inducción era medicamente necesaria. Inmediatamente Yaleska me trajo la preocupación, ante el panorama clínico y luego de pensarlo en su tranquilidad, con calma y sin prisa, tomó una decisión informada, a las 37 semanas +2 acudió a la inducción de parto.

Ella desde Louisiana y yo desde Puerto Rico fuimos un mega equipo. Cabe destacar que previo a la inducción tuvimos la oportunidad de dialogar con el obstetra para visibilizar hasta que punto sus derechos y deseos sobre su proceso serían respetados.

Previamente discutimos con el equipo médico:

*Protocolos Hospitalarios

*Protocolo de fuente rota

*Libertad de movimiento

*Monitoreo fetal intermitente

*Oportunidad de comer y mantenerse hidratada en todo momento

Todos sus derechos fueron respetados.

Nunca Yaleska y Yandel perdieron el enfoque, todos las sugerencias fueron realizadas. Muchos cambios de posición, muchísimas recomendaciones; hidratación, descanso, ejercicios, siempre sacando un espacio para que Yaleska conectará con sigo misma.

Yandel fue un verdadero doulo, le daba masajes, le recordaba lo bien que lo hacía y lo poderosa que era. Desde su propio espacio, siempre viendo y admirando la naturaleza de nacer. Tras llegar a 8cm, en un estado de calma y tranquilidad, recordamos que siempre la prioridad es la vida de mamá y bebé así quedespués de 44 horas de proceso de inducción Sabela llegó a este mundo de colores pesando 8lbs y 15 onzas.

Es importante aprender a reconocer que las inducciones NO siempre son por razones no justificadas. Hay ocaciones donde son necesarias. Siempre agradecemos que existen para momentos en los que son necesarias.

Tras largas horas dándole la oportunidad a su cuerpo, le recordé a Yaleska que una cesárea también es una forma digna de nacer. Hay momentos en los procesos de parto que hay que también entender nuestro cuerpo y como siempre hablamos en las clases de parto la vida de ambas es la prioridad. Desde que Sabela abrió sus ojos para conocer sus papás no ha habido separación, tienen alojamiento en conjunto, una lactancia exclusiva exitosa.

Gracias Yaleska  por confiar en mi capacidad a pesar de la virtualidad.

Estuvimos conectados todos con un mismo norte, lograr tu proceso de parto. Te admiro, mega orgullosa de tí porque como doula he visto muchos procesos de parto, wao pero tú determinación y compromiso fueron claves.

Al final tuviste una cesárea humanizada que aunque es un derecho y todas deberían tenerla, pocas lo logran.

Un equipo de parto muy comprometido, siempre hace la diferencia.

Sabela

Previous
Previous

¡Bienvenido Josepn Joel!

Next
Next

En el tiempo perfecto.